Hablar de salarios es hablar de economía, de calidad de vida y de cómo las empresas y los trabajadores navegan un entorno en constante transformación. En este artículo, exploramos la evolución salarial en España desde 2007 hasta 2024, con datos que nos muestran cómo han cambiado los sueldos en distintos niveles profesionales y sectores, qué factores han influido en estas variaciones y qué tendencias se vislumbran en el futuro.
Para entender la evolución salarial en España, es fundamental poner en perspectiva los eventos que han marcado el mercado laboral en los últimos años. Desde 2007, hemos atravesado una crisis financiera global, un periodo de recuperación, una pandemia, picos inflacionarios y el impacto acelerado de la digitalización y la inteligencia artificial en el empleo.
Uno de los hallazgos clave del informe Evolución Salarial 2007-2024, elaborado por ICSA Grupo y EADA Business School, es que, aunque los salarios han crecido en términos absolutos, el poder adquisitivo de los trabajadores ha sufrido un retroceso debido al aumento del coste de la vida y a la falta de crecimiento del PIB per cápita.
No todos los profesionales han experimentado la misma evolución en sus salarios. El informe analiza tres grandes categorías: directivos, mandos intermedios y empleados, y los datos revelan diferencias significativas en su evolución.
El salario medio de los directivos ha aumentado un 0,57% en el último año, alcanzando los 88.832 euros anuales en 2024. Sin embargo, este crecimiento es insuficiente para compensar el impacto de la inflación acumulada desde 2007. A pesar de esto, la posición de directivo sigue siendo la más estable en términos salariales, con un crecimiento moderado y sostenido.
Si hay un colectivo que ha visto mermado su poder adquisitivo, ese es el de los mandos intermedios. En 2024, su salario medio ha caído un 0,77%, situándose en 42.717 euros anuales. La falta de incrementos salariales en esta categoría refleja la presión de las empresas por optimizar costos y una creciente automatización de tareas de supervisión, lo que ha afectado su peso dentro de la estructura organizativa.
Los empleados han experimentado la mayor subida salarial, con un incremento del 2,81%, alcanzando los 27.087 euros anuales en 2024. Este crecimiento ha sido impulsado principalmente por la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y la tecnificación de ciertos puestos que han elevado los salarios en sectores específicos.
Uno de los puntos más preocupantes del informe es la pérdida de poder adquisitivo acumulada desde 2007. Aunque los sueldos han crecido en cifras absolutas, la inflación ha avanzado a un ritmo mayor, haciendo que el dinero rinda menos.
Para ilustrarlo, basta con observar cómo el salario de un directivo ha crecido en términos nominales, pero en relación con el coste de la vida, su capacidad de compra ha disminuido. En otras palabras, un directivo hoy gana más euros que en 2007, pero puede comprar menos con ellos.
El profesor de estrategia en EADA Business School, Jordi Assens, ha comentado que “estamos viendo a lo largo de estos años que, en España, aunque los salarios están creciendo, no consiguen superar la inflación. La economía, centrada en un alto porcentaje en sectores como turismo y comercio, ayuda a crecer el PIB global pero no consigue impulsar el PIB per cápita, limitando la generación y distribución de valor. Es fundamental diversificar hacia sectores que son más intensivos en innovación, que demandan unos perfiles más sofisticados y requieren salarios más elevados, con el objetivo de garantizar un crecimiento económico sostenible”, afirma Assens.
Los salarios no evolucionan de la misma manera en todos los sectores. Según el informe, estas son las principales tendencias:
El sector bancario sigue liderando el ranking de los mejores salarios en España, especialmente en las categorías de directivos y mandos intermedios. En 2024, los directivos del sector bancario registraron un salario medio de 94.843 euros anuales, mientras que los mandos intermedios alcanzaron 52.031 euros.
Sin embargo, en la categoría de empleados, la industria ha superado a la banca, con salarios medios de 30.565 euros frente a los 29.652 euros del sector financiero.
La industria es uno de los sectores que mejor ha resistido la erosión salarial, especialmente en los niveles operativos. Mientras que los empleados industriales tienen el mejor salario medio (30.565 €), los directivos en este sector reciben de media 85.095 euros y los mandos intermedios 44.104 euros.
El sector de la construcción, aunque ha mejorado su situación tras la crisis de 2008, sigue ofreciendo salarios moderados. Los directivos de la construcción tienen una retribución media de 81.084 euros, mientras que los mandos intermedios ganan 42.626 euros y los empleados 25.614 euros.
Por otro lado, el sector del transporte ofrece sueldos algo inferiores. Un directivo en transporte gana una media de 90.980 euros, un mando intermedio 43.517 euros y un empleado 21.805 euros.
Los sectores de comercio y turismo continúan registrando los salarios más bajos en todas las categorías profesionales. En 2024, un directivo en este sector gana en promedio 76.649 euros, un mando intermedio 41.099 euros y un empleado 18.680 euros, la cifra más baja de todas las industrias analizadas.
En términos geográficos, Madrid y Cataluña siguen siendo las comunidades autónomas con las mejores retribuciones, mientras que otras regiones como Andalucía o Castilla y León han registrado los mayores incrementos interanuales.
El socio-director del Área de Estudios de ICSA Grupo, David Suárez ha destacado que “actualmente, vivimos en un contexto de cambios continuos provocados por las crisis y los desarrollos tecnológicos, que hace que las empresas se deban adaptar a los nuevos entornos para dar respuesta a las demandas actuales”. “Los modelos de compensación deben descartar los incrementos lineales, ya que, sin incrementos de productividad, éstos producen una pérdida de competitividad empresarial. Por ello, es fundamental impulsar modelos de compensación flexibles y sostenibles, que estén orientados a objetivos y que puedan paliar la alta rotación y el elevado absentismo laboral”, concluye Suárez.
Uno de los mayores desafíos en el mercado laboral español es que el aumento de los salarios no ha logrado compensar la inflación. Aunque en términos absolutos los sueldos han crecido, el poder adquisitivo de los trabajadores ha disminuido. Esto se debe a varios factores clave:
España sigue dependiendo en gran medida de sectores como el turismo, el comercio y la hostelería, que ofrecen salarios más bajos debido a su alta temporalidad y menor valor añadido. A diferencia de industrias tecnológicas o farmacéuticas, que generan empleos mejor remunerados, estos sectores dependen de la estacionalidad y no pueden sostener incrementos salariales significativos.
A pesar de que la economía española ha crecido, el PIB per cápita no ha avanzado al mismo ritmo. Esto se debe a que el crecimiento no se ha distribuido de manera equitativa y muchas empresas han priorizado la contención de costes en lugar de reflejar las ganancias en los sueldos.
La automatización ha permitido a las empresas reducir costes, pero también ha disminuido la demanda de ciertos perfiles laborales, limitando la capacidad de negociación salarial. Además, la digitalización ha impulsado la contratación de talento en mercados más económicos, presionando los sueldos a la baja.
Si bien el panorama actual presenta desafíos, también hay oportunidades para que los trabajadores y las empresas se adapten y prosperen en este entorno cambiante.
La evolución salarial en España en los últimos 17 años ha estado marcada por momentos de crecimiento y crisis, con tendencias que han beneficiado a algunos colectivos más que a otros. Los empleados han visto mejoras gracias a regulaciones como la subida del SMI, mientras que los mandos intermedios han sido los grandes perjudicados.
De cara al futuro, el reto está en equilibrar el crecimiento económico con la mejora del poder adquisitivo, apostando por un modelo laboral más sostenible y competitivo. La transformación digital, la inteligencia artificial y la automatización seguirán impactando en el mercado laboral, y la clave estará en cómo empresas y profesionales se adapten a estos cambios.
Si hay algo claro, es que el salario no es solo un número en la nómina, sino un reflejo de la evolución del mercado, la economía y las decisiones estratégicas de cada sector. Y en este juego, adaptarse es la clave para ganar.
El estudio "Evolución Salarial 2007-2024", elaborado por ICSA Grupo en colaboración con EADA Business School, se basa en el análisis de más de 80.000 datos salariales recopilados entre julio de 2023 y julio de 2024 a través de encuestas directas a empresas y plataformas online. La investigación compara las retribuciones medias de directivos, mandos intermedios y empleados, evaluando su evolución en relación con la inflación, el PIB y las diferencias por sector, comunidad autónoma y tamaño de empresa.
Puedes descargarte el informe aquí.
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